Por eso el exterior de la torre se restauró completamente respetando su forma original, pero las obras para convertirla en una casa unifamiliar comenzaron en el 2007.
En el interior se ha respetado los elementos antiguos como la estructura principal del agua, los techos, la escalera o el deposito del agua integrándolos a la perfección con la decoración actual, uniendo lo viejo con los nuevo dándole un aspecto muy original y acogedor a las estancias.