Esta de arriba es una opción que se está poniendo muy de moda: reciclar las sillas pintándolas en blanco ligeramente decapado y tapizarlas con tela de antiguos sacos industriales. El summum del reciclaje.
Pero reciclar sillas no quiere decir que tengan que terminar teniendo un aire antiguo y de casa de campo. Aquí os dejamos algunas mucho más coloridas y que encajan en casas más modernas, divertidas y arriesgadas:
Lacas de colores, tejidos más llamativos e incluso tapizarlas con charol es la clave. Y para quienes quieren verdadermente llamar la atención, siempre es posible añadir dibujos y toda la creatividad de la que se disponga.
No siempre es necesario ser un experto dibujante, sino que también cabe la posibilidad de forrarlas con papel -los comics o el papel de periódico siempre han sido una opción recurrente.
¿Os animáis a intentarlo?