La llegada del otoño

Inevitablemente se acerca el otoño y con él siempre vienen los colores neutros que inundan nuestras vidas, los paisajes, el clima, la comida, hasta la ropa con la que vestimos se vuelve más sobria y más neutra. Hay gente a la que también le gusta vestir su casa de otoño y rodearse de tonos neutros. Los colores neutros son básicamente el blanco y el gris, lo que pasa que estos dos colores que en teoría nos parecen tan fríos, tienen una gran cantidad de tonalidades que pueden ir desde los tonos más fríos como el blanco azulado o el gris piedra, pasando por tonos medios como el crema o un gris perla, hasta tonos más calidos como el camel o miel o mucho más oscuros como el gris marengo o el marrón chocolate. Por eso dependiendo de cuáles elijamos podremos conseguir ambientes fríos o ambientes cálidos.
Por otro lado, se dice que estos tonos son elegantes y sofisticados y a la vez resultan muy relajantes, eso sí, siempre que no abusemos de ellos y no  los utilicemos en grandes superficies, ya que si no, pueden resultar muy monótonos y lo monótono al final puede sacarte de tus casillas. La combinación blanco, negro y gris es mucho más dinámica y contrarresta ese efecto de monotonía y si ya lo contrastamos con un color intenso, se creará un efecto chocante y dará más vida al ambiente, pero de esto ya hablaremos en otro post.

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