Siglo XX
El siglo XX, marcado por la Segunda Guerra Mundial y caracterizado por el Movimiento Moderno, pero no la única corriente constructiva de la época. El triunfo del Movimiento Moderno quedó marcado por tres protagonistas a principio de siglo, Walter Gropius, Le Corbusier y Mies Van der Rohe.
Las grandes consecuencias de la guerra, marcaron la evolución de la arquitectura. Una arquitectura con líneas rectas, con superficies simples y ortogonales, creando espacios ligeros y dinámicos.
La arquitectura se basa en el Racionalismo y Organicismo.
Los objetivos del racionalismo o funcionalismo, fueron la funcionalidad, el urbanismo y la mejora de las condiciones de los espacios humanos. Esta etapa queda marcada por, el uso del vidrio, el acero y el hormigón armado. Se sustituyen las columnas y arcos por pilares.
Frente al Racionalismo, aparece el organicismo a mitad de siglo, apostando por la curva, formas escultóricas, materiales naturales y colorido, con el objetivo de hacer frente a la frialdad del Racionalismo. El Organicismo se entiende como un acercamiento a la naturaleza, sin olvidarse del movimiento moderno que caracteriza la época. Los dos grandes representantes de este movimiento son, Frank Lloyd Wright y Alvar Aalto